En todos los grupos hay personas con distintas aptitudes, puede que a alguien le guste tirarse al agua cuando haya que llevar un cabo a tierra, a otro quizás se le de muy bien cocinar y se encargue más de las comidas, o quizás te flipe la historia y puedas contarnos cosas de los lugares que visitamos…
Todos podemos aportar nuestro granito de arena durante el viaje.
¿Quieres aprender a navegar?
Este artículo está hecho para aquellas personas que tengan el interés concreto de aprender a navegar y ayudar con todo aquello relacionado al barco.
No tienes que saber nada de esto para embarcarte en la aventura, pero si te suenan algunos conceptos… Eso que te llevas.
Conceptos básicos que debes saber si quieres aprender a navegar:
- La primera lección para aprender a navegar es que las cuerdas no son cuerdas, son cabos.
- La proa es la parte de adelante, la popa es la de atrás.
- No existe derecha ni izquierda, se dice estribor y babor (mirando hacia la proa). Para aprendértelo, pídele a tu capitán que te cuente el chiste más absurdo del mundo mundial.
- Te habrás fijado en que todos los barcos tienen unas boyas para evitar que choquen entre sí, estas boyas se llaman defensas y se utilizan únicamente para atracar.
- Las defensas cuelgan de una barandilla a la que llamamos guardamancebos. Se llama así porque evitaba que los mancebos (chico joven y sin experiencia) se cayeran por la borda.
- Si quieres aprender a navegar, los dos primeros nudos que tienes que aprender son: el ballestrinque y el as de guía. El ballestrinque es el nudo que usamos para las defensas y el as de guías para todo lo demás.
Cositas del ancla
A lo largo de la semana asignaremos a un par de personas para que ayuden a tirar el ancla.
Se suele echar entre 3 y 5 veces la profundidad, es decir, si tenemos 10 metros de profundidad echaremos 30 metros en aguas tranquilas y algo más si el mar está movido.
Al abrir el cajón del ancla para coger el mando de ‘up’ y ‘down’, es importante que cojamos el cabito que cuelga de la tapa y lo enganchemos al guardamancebos.
La tapa puede cerrarse con cualquier movimiento pudiendo resultar peligrosa.
Por eso es muy muy importante que la persona encargada del ancla lleve siempre zapatos cerrados, y no acerque nunca los pies a la zona donde está trabajando el ancla ni los ponga sobre la zona donde cierra la tapa.
Por la parte de abajo de la tapa verás una tabla de colores que corresponde a los metros de cadena que vamos a ir echando.
Esto es una pequeña pincelada del fascinante mundo del ancla, ¿te atreves a encargarte de ella?
El arte de atracar
- A la hora de atracar es importante que toda la tripulación se prepare: apagamos la música y sacamos las defensas.
Si el espacio es muy estrecho, habitualmente pediremos que dos personas se pongan por cada costado del barco con una defensa para ponerla en medio de nuestro barco y el barco al que nos estemos acercando más de la cuenta.
Para ello siempre cogeremos las defensas de la parte más ‘delgada’ del barco (ya que es la que tiene menos posibilidades de tocar otra embarcación).
- Antes de atracar es importante que tengamos los cabos de popa preparados para tirarlos a tierra.
En la comunidad náutica es habitual que las personas que estén por la zona se acerquen para ayudarte a dar una vuelta a tu cabo y te lo devuelvan para que podamos hacer el nudo final.
El capitán estará al timón y necesitará que dos tripulantes lancen el cabo a tierra de tal forma que le llegue a la persona que esté para recogerlo.
Aprenderás a recoger un cabo y a lanzarlo estilo cowboy 🙂
- Otra de las actividades que haremos será recoger cabos para quitarlos de en medio.
Algunos pueden llegar a medir hasta 50 metros, así que es importante tenerlos bien estibados (guardados) para que no nos llevemos sorpresas a la hora de desenrrollarlos en los momentos de atraque.
¿Sabes fondear?
- Cuando vayamos a fondear (dormir en una cala), es posible que únicamente echemos ancla.
Otras veces tendremos la posibilidad de echar dos cabos a tierra, esto quiere decir que, una vez que estemos seguros de que el ancla se ha enganchado, dos personas saltarán al agua con sus escarpines e irán nadando los pocos metros que haya hasta las rocas. Una vez en las rocas, buscarán abrirse hacia lados opuestos en forma de ‘V’ y, con una gaza que tiene hecho el fin de cabo, se lo pasará a una roca que esté en una zona seca.
Una vez hecho esto, recuperaremos el cabo desde el barco hasta quedarnos tensos entre el ancla y los cabos a tierra.
Es importante que mientras nuestros compis van nadando hasta las rocas, haya dos personas que les vayan dando cabo poco a poco, de tal forma que este nunca se meta debajo del barco.
También es importante que una vez hayamos puesto el cabo en la roca, no lo manipulemos más, ya que la siguiente acción será darle tensión.
¡En un barco se funciona en equipo!
Estas son las cosas que estaremos haciendo a diario en el barco.
Pocas empresas de chárter te lo van a contar antes de subirte al barco, creen que es una información que puede llegar a desanimar a la gente a la hora de apuntarse a la aventura.
La realidad es que las personas que vamos a bordo nos convertimos en una tripulación que funciona en equipo.
Esta forma de hacer nos sirve para conocernos y para unir a la tripulación.
Ver los vínculos tan preciosos que se crean entre personas desconocidas en tan poco tiempo es una de nuestras mayores satisfacciones.
Desde talleres a vela queremos reivindicar este tipo de viajes como una experiencia inmersiva: de compañerismo y amor por la naturaleza.
No se trata únicamente de estar una semana de fiesta o de aprender a navegar, sino crear lazos, vínculos y aprendizajes para toda la vida.
